"La Perla", de Rafael - Museo del Prado (Madrid)

Rafael - La Perla.JPG
De Rafael Sanzio, Museo del Prado - Dominio público, Enlace Wikimedia

La Sagrada Familia con San Juanito, conocida comúnmente como La Perla, es un cuadro de Rafael Sanzio pintado entre 1518 y 1520 que se conserva en el museo del Prado.

Descripción

Se trata de una Sagrada Familia con el Niño Jesús en el regazo de la Virgen María, acompañados de San Juan Bautista niño y su madre, santa Ana. Tanto María como Ana tienen expresiones severas, como previendo el sufrimiento de Jesús y la degollación de san Juan Bautista, mientras que San Juanito y el Niño Jesús, ajenos a estos presagios, adoptan un gesto alegre. Al fondo, a la izquierda, aparece San José dedicado a su profesión de carpintero.

Las figuras están enmarcadas en un detallado y sugerente paisaje nocturno. El Niño Jesús ocupa el centro de una composición piramidal —típica del equilibrio renacentista— y mira hacia una luz brillante, sobrenatural, que ilumina su cara, la de su madre y la espalda de Juan Bautista (vestido con la piel de camello que le caracterizará en su vida adulta). La combinación de la extraña luz que ilumina y potencia las figuras, con la natural del ocaso que tiñe el fondo de la escena, es notable.

La relación entre las figuras es, como siempre en Rafael, de gran dinamismo y naturalidad. La Virgen, cuyo cuerpo adopta la forma serpentinata, pasa su brazo por encima del hombro de Santa Ana en un gesto de cercanía y protección que señala a su vez su superior jerarquía. Por contraste, José, padre putativo, permanece marginado y recluido en su taller, representado en una figura de pequeño tamaño. Santa Ana se acoda en la pierna izquierda de la Virgen y, con la otra mano, adopta un gesto reflexivo, apoyando el mentón en el puño, en una pose característica de Miguel Ángel.

Son notables asimismo el cromatismo, visible en los rojos, cárdenos, añiles, azules y rosáceos de los drapeados de la Virgen, matizados como veladuras; o los matices de los blancos y marfiles de la ropa de la cuna del primer término del cuadro.

Se debe destacar también el paisaje de puesta de sol entre ruinas romanas, uno de los más trabajados que ejecutara el urbinate. Los reflejos dorados entre las penumbras añiles del paisaje de la derecha, o la evocación del que se vislumbra a la izquierda, al fondo de las ruinas que forman el habitáculo de San José, realzan el misterio de la obra.

Raffaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483-Roma, 6 de abril de 1520),​ también conocido como Rafael de Urbino o simplemente como Rafael,​ fue un pintor y arquitecto italiano del Renacimiento. Además de su labor pictórica, que sería admirada e imitada durante siglos, realizó importantes aportes en la arquitectura y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos.​

Hijo de un pintor de modesta relevancia, fue considerado un niño prodigio por su precoz habilidad y al quedar huérfano se formó en los talleres de varios artistas de prestigio. A los 25 años obtuvo su primer encargo oficial, la decoración de las Estancias Vaticanas, donde pintó algunos frescos como La escuela de Atenas, considerada una de sus obras cumbre.​ Es célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, destacando en trabajos de pintura y dibujo artístico.​ Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de los grandes maestros del período.​

Nació en Viernes Santo y falleció en esta misma festividad el día que cumplía 37 años​ Fue un artista muy productivo, en parte gracias a que dirigió un taller conformado por numerosos colaboradores, y, a pesar de su muerte prematura, dejó una extensa obra que en gran parte aún se conserva. La mayor parte de su trabajo está alojado en los Museos Vaticanos, ya que decoró con frescos las habitaciones conocidas como las Estancias de Rafael, el principal encargo de su carrera, que quedó sin terminar a causa de su muerte y fue completado por ayudantes.

Después de sus años de juventud en Roma, gran parte de su obra, a pesar de haber sido diseñada por él, fue ejecutada por su taller, con una considerable pérdida de calidad. Ejerció gran influencia en su época; aunque fuera de Roma su obra fue conocida sobre todo a través de la producción que hicieron los talleres de grabado que colaboraban con él. Después de su muerte, la influencia de su principal rival, Miguel Ángel, se intensificó hasta los siglos XVIII y XIX, cuando las cualidades más serenas y armoniosas de Rafael fueron consideradas de nuevo como un modelo superior.

Su carrera se dividió de manera natural en tres fases y tres estilos, descritos así por Giorgio Vasari: sus primeros años en Umbría, el periodo posterior de cuatro años en Florencia (1504-1508), donde absorbió las tradiciones artísticas de la ciudad, y finalmente su último y triunfal período de doce años en Roma, trabajando para los papas y su corte.

Cinquecento

Una de las colecciones más destacadas de la pintura italiana es la de Rafael Sanzio, representada por siete pinturas, entre ellas, la Sagrada Familia del cordero, la Virgen del pez, el Retrato de cardenal o la Sagrada Familia, llamada «La Perla» (apelativo que se debe a que Felipe IV la calificó como «la perla» de su colección). A ellas se suma La Visitación, diseñada por el maestro y ejecutada por Giulio Romano y Giovanni Francesco Penni, que también intervinieron en mayor o menor medida en otras obras del urbinate pertenecientes al Prado. Del Alto Renacimiento hay también obras de Bernardino Luini, Domenico Puligo, y una singular copia de La Gioconda de Leonardo da Vinci, realizada a la par que el original por un miembro de su taller con la autorización y bajo la supervisión del maestro.​

Pero la presencia más significativa italiana en el Prado es, sin duda, la de la escuela veneciana del siglo XVI, encarnada en su exponente máximo, Tiziano, además de en Paolo Veronese y Tintoretto. De Tiziano se conserva la que de lejos es la más numerosa colección del mundo,​ con obras como El emperador Carlos V en Mühlberg, la Ofrenda a Venus y La bacanal de los andrios, encargadas las dos últimas por el duque de Ferrara Alfonso I d'Este para su Camerino d'alabastro, del cual el museo también posee uno de los diez lienzos de Dosso Dossi que componían el friso, Eneas y las harpías, el único de los siete localizados hasta la fecha que mantiene su formato original, sin recortar.

[...]​

[...] Al final, después de que la niña recorriera toda la sala con la mirada, señaló uno...

-Éste.

Y señaló ni más ni menos que la Sagrada Familia, llamada la Perla, que pintó Rafael Sanzio, bueno... Rafael, que estamos en el Museo y hay que llamarle así, y que pintó hacia el año 1518. [...]

La Perla es una de las Sagradas Familias más conocidas y alabadas del pintor renacentista Rafael de Sanzio. Sin duda alguna Rafael es uno de los artistas más afamados de época con las figuras de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti forman la conocida como Triada Renacentista.

[Ir a Texto de Voz de la Enciclopedia]

El sobrenombre de La Perla, según la tradición oral, le viene a este óleo sobre tabla de 147,4 x 116 cm., realizado en 1518, de la exclamación de Felipe IV al verla por primera vez. Ante el magnífico regalo de don Luis de Haro comentó: ¡He aquí la perla de mis cuadros!

También:

 

Ver en este sitio: Pinturas murales en el Museo del Prado (Madrid)

Ver en este sitio: "El jardín de las delicias", de El Bosco - Museo del Prado (Madrid)


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