Reino visigodo de Toledo
Hispania visigoda del 625 al 711 - De Medievalista, CC BY-SA 4.0, Enlace Wikimedia
La nueva capital la situaron en Toledo y aunque no se tiene constancia del momento exacto, se cree que fue durante el reinado de Atanagildo (555-567). La conversión del rey Recaredo en el 589 al catolicismo, abandonando la fe cristiana arriana, divide su historia en dos grandes períodos, con el reinado de Recaredo (586-601) como nexo: el reino visigodo arriano (507-589) y el reino visigodo católico (589-711). La invasión musulmana de la península ibérica en 711 puso fin al reino visigodo de Toledo.
- 1 El Reino visigodo arriano
- 2 El reinado de Recaredo (586-601)
- 3 El reino visigodo católico
- 4 El ocaso del reino visigodo-católico
- 5 El final de la Hispania visigoda
- 6 Las instituciones del reino
- 7 Población
El Reino Visigodo de Toledo supone una etapa decisiva en la cimentación de los pilares fundamentales de la Historia de España y de su cultura. Conocer el transcurrir visigodo en nuestro territorio a través de cinco reyes puede acercar al lector a este desconocido mundo, muchas veces relegado a un segundo plano en los temarios educativos de colegios e institutos.
Todo lo que podía salir mal a esta civilización que dominó la Península Ibérica del siglo V al VIII salió peor. «El derrumbe visigodo fue tan rápido y contundente que los propios contemporaneos se asombraron», señala el historiador José Soto Chica, que acaba de publicar «Los visigodos: Hijos de un Dios furioso» (Desperta Ferro). Tres terremotos, que hoy suenan familiares, sacudieron Europa y se ensañaron especialmente con los visigodos: el cambio climático, una pandemia y una crisis política.
La localización de los restos se produjo en agosto de 2001, a la vez que se hacían los sondeos de la Vega Baja (Rojas y Gómez, 2009). Las obras de construcción de una clínica privada (Fremap) en el nº 25 de San Pedro El Verde, afectaron severamente a los restos de un complejo monumental soterrado, oculto bajo una vaquería. Sin ninguna información previa sobre su existencia y antes de poder llevar a cabo una intervención arqueológica preventiva, una parte importante del complejo fue desmontado para construir el garaje de la clínica. Los restos quedaron aislados en dos zonas, al norte y sur del enorme vaciado. En los perfiles, colgados, se observaban muros de hasta 2,40 m de anchura construidos mediante mampostería careada trabada con mortero de cal, de uno o varios edificios en forma retícula. También, mostraban evidencias de haber sido afectados por un expolio masivo.