Catedral de Chartres (Francia)
Existe una leyenda que narra la elección del emplazamiento de Nuestra Señora de Chartres como de origen divino y mariano, muy probablemente forjada en el siglo XIV por los cánones de la catedral.
Hacia 1420, el predicador Jean de Gerson se basó tal vez en esta leyenda para evocar una antigua gruta ocupada por druidas carnutes (pueblo del que deriva el nombre de la ciudad) cien años antes de la era cristiana. Según él, esta gruta estaría dedicada a "la Virgen que debe dar a luz", una estatua de la diosa madre druídica, y habría servido de santuario a los primeros cristianos en época romana (puesto que la estatua portaba la inscripción de "Virgini partituriae"). [...]
A pesar de todo, el mito del origen druídico del santuario ha ido integrándose progresivamente en la historiografía religiosa local, hasta llegar a parecer una verdad histórica. La estatua identificada en la leyenda como "la Virgen que debe dar a luz" es sin embargo una estatua de la Virgen María de origen románico, datada del siglo XII (es a partir de este siglo cuando resurgió esta devoción en la iglesia cristiana occidental).
Según otras tradiciones tardías y legendarias que querían probar la anterioridad de la cristianización de Chartres sobre la de Sens y la anterioridad de una sede episcopal en relación con la otra, la construcción de la primera iglesia habría tenido lugar hacia el año 350. Llamada «catedral de Aventin», por el nombre del primer obispo de la ciudad, Aventin de Chartres que viviría hacia 350, habría sido probablemente construida a principios del siglo VI. La catedral original aún no estaría vinculada a un culto mariano, sino al de unos mártires locales (santos Piat, Cheron, Modesta y Potentianus) conocidos popularmente como los "Saints Forts". Estos mártires habrían sido arrojados a un pozo (el "Puits des Saints-Forts"). El pozo, probablemente de época galo-romana, estaba excavado en el interior de la muralla del oppidum carnute de Autricum, y pasaría más tarde a estar integrado en el edificio de la catedral (en la cripta).
De todas maneras, la ciudad de Chartres ya era un centro de culto
mariano y peregrinaje desde tiempo atrás, debido a la presencia en su
catedral de la llamada Sancta Camisia, una reliquia traída desde Tierra Santa y cedida a la catedral por Carlos el Calvo en 876, y que supuestamente es una prenda de la Virgen María, madre de Jesús(antiguamente se creía que era la túnica, pero en realidad correspondía al velo). Por este motivo, gozaba de un próspero comercio centrado en las ferias
que se celebraban en las cuatro grandes festividades marianas del año:
la Purificación (2 de febrero), la Anunciación (25 de marzo), la Asunción (15 de agosto) y la Navidad (25 de diciembre).
- Ir a Wikipedia. Chartres
"La catedral de Chartres se asienta ante una línea telúrica impresionante. Debajo de la catedral confluyen distintas corrientes de agua, y su estructura amplifica la energía que la tierra emana. Es un canal energético de profunda vida.
La catedral ha sido construida en el mismo sitio que la anterior. Existen indicios de que en tiempos anteriores al cristianismo había una gruta dedicada a la Diosa madre, siendo la localidad un importante centro religioso para la tribu celta de los Carnutos, pueblo del que deriva el nombre de la ciudad. Algunos piensan que la catedral se sitúa sobre un antiguo menhir.
[...] Recorrer el laberinto es una aventura en sí. El símbolo emana una fuerza transformadora en nosotros. En nuestra visita no puedes perderte el vitral de nuestra señora, el antiguo pozo y la cripta. Señales en la piedra que nos muestra un lugar ancestral de culto a la gran Diosa."
La catedral de Chartres es para muchos la iglesia más bella de Europa, e incluso del mundo. Sin embargo, más allá de eso, para una gran cantidad de personas, el encanto de esta fabulosa construcción está en la atmósfera especial que se respira allí. Según dicen, su energía es única y se siente tan pronto como se ingresa en ese sitio.
¿Qué hace tan especial a la catedral de Chartres? Además de su extraordinaria arquitectura gótica, el lugar tiene interesantes particularidades, comenzando por el sitio en donde fue construida. El edificio se levantó sobre las ruinas de al menos cuatro templos más antiguos, uno de ellos, un santuario celta de la época romana.
Uno de los detalles más singulares de la catedral es el laberinto situado en el suelo de la nave principal, que se construyó al mismo tiempo que ésta (en su etapa final, entre 1215 y 1221), por lo que ya estaba previsto en el diseño original de la estructura.
Con un diámetro de unos 12 metros y 85 centímetros, se trata del mayor laberinto cristiano creado en la Edad Media y casi con toda seguridad del más famoso. Está formado por baldosas blancas y negras que forman un sendero con múltiples circunvoluciones que conducen al punto central.