Templo de Debod - Madrid
Tiene una antigüedad de unos 2200 años. Su núcleo más antiguo fue quizás erigido bajo el faraón Ptolomeo IV Filópator, y decorado posteriormente por el rey nubio Adijalamani de Meroe hacia 200-180 a. C., siendo dedicado a Amón de Debod (Amani, en idioma kushita) e Isis,
aunque a decir verdad la mayoría de los investigadores piensa que su
erección fue obra de Adijalamani, interviniendo posteriormente Ptolomeo
IV en él. Posee importantes añadidos de época ptolemaica y
romano-imperial (del siglo I a. C. al II d. C.).
La tarea de los arqueólogos españoles bajo la dirección de Martín
Almagro fue difícil, pues el Servicio de Antigüedades de Egipto sólo
entregó un plano y un croquis del alzado del monumento, junto con
algunas fotografías sin demasiadas referencias. Y además el trabajo de
desmontaje del templo por parte de la misión arqueológica polaca no
puede calificarse de perfecto ya que se dejaron todas las “piedras de
arranque” de los muros (precisamente las más antiguas), las rituales
“piedras de fundación”, la vía procesional que llevaba hasta el templo, y
el embarcadero y las escaleras que llevaban hasta el Nilo. Todo ello
sigue hoy día teóricamente bajo las aguas de la presa.
Muchos bloques habían perdido su numeración o incluso llevaban marcas que no se correspondían con los planos. Finalmente se optó para su reconstrucción por el método de la anastilosis, la cual creó de nuevo la fachada hipóstila, perdida desde el siglo XIX, y cerró el mammisi por su lado este. Un método consistente en colocar los elementos originales recuperados, junto a los elementos perdidos creados de nuevo con una piedra de diferente color, para distinguir perfectamente las partes verdaderamente antiguas de las nuevas. La piedra utilizada para esta operación vino de Villamayor (Salamanca).
Los orígenes de este santuario los encontramos hacia los años 200-180 a.
de C., cuando el rey Adijalamani, o Azakeramón, ordena la construcción
de un templo en Debod, en la región de Nubia (tierra compartida
actualmente entre Egipto y Sudán), formando parte de una especie de
itinerario de santuarios que desembocaba en la isla de Filé, donde,
según la tradición, la diosa Isis tuvo a su hijo Horus. Sin embargo, a
nuestros días no ha llegado nada de la ciudad en la que fue construido.
Por otro lado, algunas tesis apuntan a la posibilidad de que ya
existiera un templo anterior a este en dicha zona, si bien no se han
encontrado elementos arquitectónicos que avalen dicha hipótesis. Muchos bloques habían perdido su numeración o incluso llevaban marcas que no se correspondían con los planos. Finalmente se optó para su reconstrucción por el método de la anastilosis, la cual creó de nuevo la fachada hipóstila, perdida desde el siglo XIX, y cerró el mammisi por su lado este. Un método consistente en colocar los elementos originales recuperados, junto a los elementos perdidos creados de nuevo con una piedra de diferente color, para distinguir perfectamente las partes verdaderamente antiguas de las nuevas. La piedra utilizada para esta operación vino de Villamayor (Salamanca).
- Ir a Memoria de Madrid. La capilla de Adijalamani en el Templo de Debod (visión 3D)
Notable energía en la antesala del Naos |
Antesala del Naos - Al fondo, capilla izquierda |
- Destacable energía en la antesala del Naos.
- Dado el número de visitantes y lo reducido del espacio, es recomendable estar en la puerta de acceso unos minutos antes de las 10:00 h (para entrar inmediatamente y con el menor número de personas posible).
- Es preferible la visita entre semana (martes a viernes).
Sala del Naos |
Capilla izquierda |
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Templo de Debod |
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