Cancioneros burgaleses
Federico Olmeda San José (Burgo de Osma, 18 de julio de 1865-Madrid, 12 de febrero de 1909) fue un folclorista, músico y presbítero español. Dedicado al folclore castellano, y muy especialmente al burgalés.
Estudió música con León Lobera y Damián Sanz. Organista de la catedral de Tudela en 1887 y de la catedral de Burgos de 1888 a 1907.
Es en Burgos donde realiza su mayor labor profesional y artística destacando la dedicada a la música. Entre sus dedicaciones musicales se encuentran la de director de la Academia Municipal de Música Salinas (1893), director artístico del Orfeón Burgalés (1894), de la Banda de Música Círculo Católico de Obreros de Burgos (hoy Círculo Musical Burgos) y de la sociedad coral e instrumental Orfeón Santa Cecilia del Círculo Católico de Obreros de Burgos (1900); además de profesor de música del Círculo Católico de Obreros de Burgos. Fundó también las revistas Liga Orgánica (1902) y Voz de la Música (1907).
- Ver en este sitio: Federico Olmeda, folklorista burgalés
En 1929, de vuelta a Burgos, se hizo cargo del Orfeón burgalés, en el que tuvo como alumno a Justo del Río, y de la Escuela Municipal de Música. Con Justo del Río iniciaría una serie de viajes, por ellos mismos calificados de «científicos», a la búsqueda de temas folclóricos y populares. De esta etapa es el conocido Himno a Castilla que todavía se sigue interpretando. Promovió la carrera musical de Ángel Juan Quesada, quien fue subdirector del Orfeón Burgalés (y su director a partir de 1949). Antonio José fue uno de los colaboradores de la revista Parábola, de Eduardo de Ontañón.
Fruto de su labor de investigación fue la Colección de cantos populares burgaleses que apareció en 1932, galardonada con el Premio Nacional de Música de ese mismo año. En 1933 dicho premio fue conseguido por el músico, intérprete y también folclorista Agapito Marazuela por su Cancionero de Castilla la Vieja.