El priorato de San Frutos, hoy conocido como ermita de San Frutos, son los restos de un antiguo conjunto monástico ubicado en la provincia de Segovia y perteneciente a la localidad de Carrascal del Río en Castilla y León (España). Eclesiásticamente, pertenece a la parroquia de Sepúlveda. De las antiguas construcciones monacales solamente se mantiene en pie y en actividad el templo dedicado a San Frutos.
En la ermita finaliza el Camino de San Frutos, ruta de peregrinación al santo segoviano de unos 80 km que comienza en la ciudad de Segovia.
El conjunto monacal se sitúa sobre uno de los meandros que forman las hoces del río Duratón en el mismo corazón del parque de las Hoces del río Duratón
y el lugar del mismo que más visitas recibe. Su ubicación, al borde del
acantilado, permite apreciar óptimamente el cañón que forma el río Duratón y el remanso que se crea con el embalse de la cercana presa de Burgomillodo.
Muy conocido ahora al originar el parque natural de las Hoces del Río Duratón. Debe su importancia a ser el afluente del Duero que desemboca en Peñafiel, participando así en la denominación Ribera del Duero.
Sobre uno de los meandros que forman las hoces del río, en el mismo corazón del parque, se erige la ermita dedicada a San Frutos,
el lugar del parque que más visitas recibe. Su ubicación, al borde del
acantilado, permite apreciar óptimamente el cañón que forma el río
Duratón y el remanso que se crea con el embalse de la cercana presa de
Burgomillodo.
Las cuevas
y roquedos del río Duratón tienen una larga tradición
de asentamientos eremíticos, que nacen en época visigoda,
extendiéndose al siglo VIII, en vida de San Frutos y sus
hermanos. Dicha tradición debió persistir en esta
comarca durante siglos y ya en el siglo XI estaba fundado un pequeño
cenobio que Alfonso VI dona al Monasterio de Silos en el año
1076. Poco después, por orden del abad de Silos, se construye
la Iglesia en el año 1100, como reza una inscripción
de la nave.
Ya casi llegamos al conjunto, para acceder hay que atravesar
un puente de piedra construido en el siglo XVIII sobre una grieta
llamada La cuchillada de San Frutos. Cuenta la leyenda que esta
grieta fue abierta por San Frutos con su bastón para proteger tras ella a un
grupo de cristianos de los sarracenos.
Hay aquí una cruz de hierro forjado sobre un pedestal de piedra con las
siete llaves de Sepúlveda grabadas. Esta conmemora desde el año 1900
una peregrinación al lugar.
Declarada Monumento Nacional en junio de 1931,
la ermita se construyó en el siglo XII sobre una anterior, visigoda, del
siglo VII, cuya fundación se atribuye a San Frutos (642 - 715), patrón
de la provincia de Segovia, y sus hermanos, San Valentín y Santa
Engracia. Sobre ésta hay constancia de un pequeño cenobio que el rey
Alfonso VI entregó en 1076 al Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Siglos después se levantó un monasterio y se añadió un cementerio. La
zona de las Hoces del Duratón, con numerosas cuevas y escarpados
roquedos, tiene una larga tradición eremítica anterior incluso al siglo
VI.
En el cañón que forman las Hoces del río Duratón
en tierras de Sepúlveda se localizó, en los inicios de la Edad Media,
una notable concentración de ermitaños. Entre los lugares donde se
refugiaron estos monjes y donde se practicó el culto cristiano, destaca
una Iglesia o Capilla rupestre conocida como la Cueva de los Siete Altares
que, aparentemente, constituye uno de los lugares de culto cristiano
conocidos más antiguos de la zona, probablemente de época visigoda.[...]
Para acceder a la ermita hay que atravesar un puente de piedra del siglo
XVIII que salva una gran grieta en la roca, llamada “cuchillada de San
Frutos”. Esta pequeña comunidad monacal dependía del Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Justo en la entrada del complejo religioso podemos ver los restos de una
antigua necrópolis de tumbas horadadas en la piedra y de origen
medieval, allí eran enterrados del monjes que habitaban el monasterio
anexo a al ermita de San Frutos, las tumbas tienen formas humanoides.
La visita a la ermita de San Frutos es inexcusable en una periplo por estas tierras segovianas de la comarca de Sepúlveda. Esta ermita no destaca por sus cualidades artísticas, siendo inferior a las iglesias que tenemos en la provincia de Segovia, y no digamos ya, a la cercana Iglesia de Duratón. Pero el enclave donde se aposenta este antiguo eremitorio es sencillamente espectacular.
La ermita, que en realidad es un priorato, es atribuida a San Frutos en
una mezcla entre mito hagiográfico y realidad histórica. San Frutos fue
un eremita posteriormente canonizado que nació en la ciudad de Segovia y
falleció en esta construcción a orillas del río Duratón, perteneciente a
la localidad de Carrascal del Río, en el año 715.
[...]
La realidad histórica cuenta que el priorato fue mandado construir por
los benedictinos sobre un conjunto visigodo que anteriormente ocupó un
recinto para el culto de dioses romanos que a su vez sustituyeron a los
cultos célticos instaurados en la zona, corriendo a cargo del maestro
Michel. En 1076, el rey de Castilla Alfonso VI dona el conjunto románico
a los monjes de Santo Domingo de Silos, que ocuparán el lugar hasta
1835.
La ermita de San Frutos, situada en las Hoces del río Duratón (provincia de Segovia), es uno de los lugares más mágicos y misteriosos de España. ¿Qué enigmáticos símbolos esconde? ¿Es una ermita vinculada a los Templarios? ¿Qué hechos sobrenaturales han ocurrido en ella? El vórtice de 24500 UB que dio origen a que la primitiva
ermita se construyese en este y no en otro lugar se encuentra tras el altar de
la construcción actual,
en lo que era el antiguo altar de pared o altar retablo. El vórtice se encuentra
exactamente sobre el lugar destinado a poner dentro de la piedra del antiguo
altar las reliquias de algún santo. El ábside actual parece ser de mediados del
siglo XII, es decir, posterior a la consagración de la iglesia. Ello significa
que el altar anterior, el consagrado en el año 1100, que presumiblemente era
exento como el actual, sitúa el vórtice sobre el lugar destinado al sacerdote.
C/ Conde de Sepúlveda, 34. 40300. Sepúlveda (Segovia) - Teléfono 921 54 03 22
- El interior de la ermita de San Frutos es visitable durante el mes de agosto (de martes a viernes por la mañana, los sábados y domingos todo el día); también algunos días a finales de julio.
- Es recomendable llevar calzado cómodo y, en época de calor, agua y gorra.
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Zonas con energía en el antiguo atrio, lateral sur |
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Planta - Marcadas en amarillo las zonas con energía telúrica |
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Vórtice levógiro detrás de las tumbas vacías de los santos Valentín y Engracia
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"Energía alterada" en el antiguo cementerio
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Hoces del río Duratón |
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Tumbas antropomorfas al este, delante de la ermita |
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Desde Villaseca al aparcamiento, pista de tierra - Después del aparcamiento, camino |
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