Toque de tentenublo y rito del conjuro en Castilla y León
- Wikipedia: Toque de tentenublo
El toque de tentenublo es el repique de campanas que tradicionalmente se hacía con la intención de alejar las tormentas de granizo. Era sobre todo característico de las regiones españolas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y parte de Aragón. El toque iba acompañado de rezos a Santa Bárbara y letanías tales como «Si lluvia traes ven para acá, si piedra, vete para allá». En la actualidad el número de parroquias que hacen el toque ha disminuido mucho.
La noche del treinta y uno de enero al primero de febrero, de este año, en algunos pueblos han vuelto a subirse al campanario para, en un rito apotropaico ancestral, proteger los campos y las cosechas con el sonido de las campanas.Todas estas prácticas suelen contar con unos espacios privilegiados para su desarrollo y para que sean efectivos; en su mayor parte, eran los campanarios los ámbitos sagrados donde el reñubeiro, el tentenublo o el conjurador lleva a cabo su ritual protector. No obstante, hay otros lugares donde también se podían efectuar dichos rituales. Son los denominados conjuraderos, lugares situados comúnmente en alto desde los que se tratan de conculcar las tormentas.
El rito del conjuro se utilizaba en el siglo XVI para amainar las tormentas que destrozaban las cosechas y dejó de celebrarse en 1886, aunque se retomó 120 años después, en 2006.Una gran tormenta de pedrisco simulada amenazaba la destrucción de la cosecha de la localidad vallisoletana de Cuenca de Campos la pasada noche del miércoles, día 13. Por ello, se representó el conjuro contra las tormentas, en la torre del Conjuradero, tal y como se hacía en el municipio hace más de 100 años cada vez que el cielo amenazaba con nublados.
En una región inminentemente agrícola como la nuestra, con la cosecha de
cereal ya encarrilada, se temía mucho a los nublados del verano, por el
daño que podían hacer en las espigas. El destrozo de la cosecha por una
tormenta repentina significaba época de penurias, calamidades y hambre.[...] De ahí que para evitar la catástrofe, los pueblos agricultores
recurriesen a todos los métodos posibles conjugando hábilmente religión y
paganismo.
Al igual que contra las sequías, contra los nublados nada podía hacerse,
como no fuera recurrir a rudimentos naturales y arcaicos, que por lo
general más tenían que ver con la magia que con la ciencia (toque de
campanas, platos de sal, hachas de punta, arrojamiento de piedras,
etc.), o invocar la protección del Cielo y de todos los santos que en él
viven. Siendo esto último lo más recurrido, la Iglesia, o mejor, los
sacerdotes de cada pueblo vinieron a desempeñar hasta tiempo reciente un
papel de suma relevancia en semejantes trances. Y así, Santa Bárbara,
designada por la jerarquía eclesiástica protectora oficial contra las
tormentas, se convirtió en la santidad más invocada por las gentes del
campo.
Si bien en dicha jerarquía no fueron muy bien vistos los conjuros o exorcismos contra los nublados, efectuados por los párrocos de los pueblos en presencia del vecindario, llegaron a ser una práctica muy extendida en todo el territorio de Castilla y León, y nos atreveríamos decir que de toda España, como puede deducirse por la existencia de conjuraderos en regiones como Murcia, Aragón, Cataluña o La Rioja. [Se indica que el texto procede de Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos]
Si bien en dicha jerarquía no fueron muy bien vistos los conjuros o exorcismos contra los nublados, efectuados por los párrocos de los pueblos en presencia del vecindario, llegaron a ser una práctica muy extendida en todo el territorio de Castilla y León, y nos atreveríamos decir que de toda España, como puede deducirse por la existencia de conjuraderos en regiones como Murcia, Aragón, Cataluña o La Rioja. [Se indica que el texto procede de Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos]
Un día especialmente activo era el día de Santa Águeda (tal día como
mañana), ya que la creencia popular aseguraba que era el momento en que
se formaban las todas las tormentas del año, en esta festividad se
tocaba a tentenublo toda la noche, por ejemplo en el pueblo de Zael, y
el día de la fiesta se dedicaba a pedir por el bien de las cosechas.
El arco ha permanecido muchos años en precario estado, pero
recientemente ha sido rehabilitado e integrado en el nuevo edificio del
Ayuntamiento.
Bandera de Castilla y León |
- Ver en este sitio: Toque de campanas en Castilla y León
- Ver en este sitio: Rogativas en Castilla y León
- Ver en este sitio: Creencias populares, mitos y supersticiones en Castilla y León
- Ver en este sitio: Elementos y rituales apotropaicos o de protección en Castilla y León
"Cuentos en la bruma": El conjuro de Santa Bárbara
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